LA NOCHE OSCURA DEL ALMA

EL SILENCIO QUE TRANSFORMA

Hay momentos en la vida en que todo parece derrumbarse. Lo que antes tenía sentido, ya no lo tiene. Lo que sostenía nuestras creencias, se deshace. Y lo que pensábamos que éramos, se desvanece. Es entonces cuando comienza lo que muchos han llamado la noche oscura del alma.

Este término, profundamente espiritual, fue acuñado por el místico San Juan de la Cruz. Él describía esta etapa como un proceso de purificación del alma, una travesía dolorosa pero necesaria para acercarse a lo divino. Pero más allá de su origen religioso, esta experiencia resuena en muchas almas que despiertan.

La noche oscura del alma no es solo tristeza o crisis. Es un vacío profundo, una desconexión interna, una sensación de haber sido abandonado incluso por Dios. El alma entra en un silencio abismal, donde ni las oraciones parecen tener eco. Es el punto en que te preguntas: ¿Dónde está la luz que antes me guiaba?

Pero lo que no vemos en ese instante es que, precisamente en ese vacío, algo sagrado está ocurriendo. El alma se está desnudando. Se está liberando de ilusiones, de identidades impuestas, de heridas no sanadas. Está muriendo una versión de ti que ya no sostiene tu verdad.

En medio de ese desierto, aunque no lo sientas, la transformación está ocurriendo.

Tal vez estás soltando el control para aprender a confiar.

Tal vez estás enfrentando tus sombras para abrazar tu luz.

Tal vez estás atravesando el dolor para descubrir que eres mucho más que tus heridas.

La noche oscura no es el final. Es el umbral. Es la puerta secreta que, al ser cruzada, te conecta con tu verdadero ser.

Y un día, sin darte cuenta, comienzas a respirar distinto. Algo dentro de ti se calma. No porque todo haya vuelto a ser como antes, sino porque ya no necesitas que lo sea. Te has reencontrado contigo. Y en ese reencuentro, hay paz.

Si estás atravesando esta noche, no te juzgues. No estás perdido, estás renaciendo. No estás solo, estás siendo sostenido —aunque no lo veas. La noche oscura del alma no te destruye: te revela.

Confía. La luz vuelve, y cuando lo hace, no es la misma de antes… es una luz que ahora nace desde dentro de ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario