UN MOMENTO CONTIGO


Sé que este viaje no es fácil. Lo sé por las cicatrices que llevo en mi corazón.

Hay días en que el alma duele.

Días en que todo parece desmoronarse.

Creemet, Te entiendo.

Hay momentos de oscuridad, soledad, y esa tristeza que no se puede explicar. Proyectos que no resultan, relaciones que no fluyen, sueños que parecen alejarse. Y el corazón grita en silencio: “¿Hasta cuándo?”

En esos momentos, no tienes que forzarte a seguir.

Puedes detenerte. Respirar.

Una, dos, todas las veces que lo necesites.

Respira y regresa a ti.

Haz una pausa. No para rendirte, sino para recordar quién eres.

Elige pasar un día a la semana contigo. La persona más importante de tu vida eres TÚ.

Medita, ora, escucha música suave, enciende una vela, escribe lo que sientes, sumérgete en una bañera cálida o simplemente recuéstate en el suelo de tu rincón favorito.

Haz de ese momento un ritual sagrado.

Ama tu cuerpo.

Agradece tu existencia.

Reconecta con tu alma.

No necesitas hacer nada perfecto. Solo estar. Respirar. Sentir.

Recuerda esto:

A veces, para sanar, solo necesitamos volver a casa… y casa siempre ha sido tu interior.



No hay comentarios:

Publicar un comentario