Una herramienta espiritual que acompaña, sostiene y fortalece el alma

Cuando enfrentamos una enfermedad, ya sea propia o de un ser querido, el mundo parece detenerse. Surgen el miedo, la incertidumbre y el dolor físico o emocional. En estos momentos tan delicados, buscar consuelo en la fe, en la espiritualidad o en prácticas que eleven la energía se vuelve una necesidad profunda del alma.

Los Códigos Sagrados numéricos son una herramienta vibracional que puede acompañarnos en el camino de la sanación. No reemplazan tratamientos médicos ni deben considerarse como una alternativa a la medicina tradicional, pero sí pueden ser un complemento espiritual poderoso, ayudando a conectar con la paz interior, elevar la energía vital y sostener emocionalmente durante el proceso de recuperación.

¿Cómo pueden ayudarnos los Códigos Sagrados durante una enfermedad?

Los códigos actúan como llaves energéticas que abren puertas invisibles a planos superiores de ayuda. Al repetirlos con intención y fe, emitimos una frecuencia que busca armonizar cuerpo, mente y espíritu. Esto puede traducirse en:

Mayor serenidad y fortaleza para enfrentar tratamientos.
Alivio emocional ante el dolor o la incertidumbre.
Mejora en el estado de ánimo y la energía vital.
Mayor conexión con lo divino, sintiéndonos acompañados.

Algunos Códigos Sagrados útiles en procesos de enfermedad:

29 – Para toda clase de enfermedades físicas y mentales. Este código pertenece al Arcángel Rafael.
616– Para activar el sistema inmunológico.
911 – Ayuda a calmar el dolor físico.
694 – Dr. José Gregorio Hernández y sus ángeles.
2929 – Medicina (efecto secundario)
2023 – Neuropatía periférica (disminuir síntomas)

Estos códigos deben repetirse en voz alta o mentalmente, 45 veces, durante el tiempo que la persona sienta necesario. Pueden hacerse en momentos de calma, como una meditación, o incluso en la cama antes de dormir. Lo importante es acompañar la repetición con una intención clara y un sentimiento de fe profunda.

El alma también necesita cuidado

La sanación no siempre es inmediata ni necesariamente física, pero los Códigos Sagrados ofrecen un refugio para el alma. Son caricias de luz que nos recuerdan que no estamos solos, que la divinidad nos escucha, y que incluso en medio del dolor podemos encontrar sentido, consuelo y renovación.

Un mensaje importante

Quiero hacer un llamado al uso conciente de los Códigos Sagrados. Enfatizar que no reemplazan tratamientos médicos. Siempre es fundamental seguir las indicaciones de profesionales de la salud. Los códigos son un recurso amoroso para quien desea sumar lo espiritual al camino de sanación. Puedes usarlos por ti, por otros, o incluso en grupos de oración consciente. Yo los estoy usando en mi propio proceso de tratamiento contra el cáncer y los recomiendo absolutamente para apoyar con la energía sanadora que nos transmiten los ángeles y seres de luz que comparten estos códigos a través del maestro Agesta.

Ayudan muchísimo, eso lo garantizo.

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En lo invisible, también se gesta la sanación.

Cuando el cuerpo habla a través de la enfermedad, el alma también pide ser escuchada. Que los Códigos Sagrados sean esa voz de amor que le responde.